QUE ES LA PSICOLOGIA Y PARA QUE SIRVE
Para dar inicio a esta pregunta,
principalmente primero hay que conocer el origen, ¿quiénes fueron los autores
primarios de fomentar la psicología?, con el objetivo de conocer la generalidad
del ser humano, ¿cuáles fueron los antecedentes históricos y su desarrollo?, ya
que desde allí nos acerca cuales fueron los métodos que utilizaron para tener
un conocimiento del comportamiento
individual y colectivo de los seres humanos dentro de la sociedad, el medio
natural que lo rodea desde lo biológico y el entorno donde se va estructurando
la psique y su funcionamiento del ser.
La Psicología fue un tema de profundo interés para los filósofos, teólogo y
escritores durante varios periodos hasta
nuestros tiempo sigue siendo una materia de gran importancia para el estudio de
los acontecimientos en los cambios de vida que significaron una alta
dedicación, estudios y mitos que
pretendieron explicar a través de relatos o escritos sobre el principio de la
vida como son: los fenómenos climáticos, el aprendizaje, la percepción, los
sentimientos, los razonamientos, entre
otros. El conocimiento, la ciencia, no
debe partir de la realidad de las cosas para llegar a la idea, sin
o que debe
comenzar de la idea para llegar a la realidad: de una idea que sea evidente a
la razón (Descartes. 1637. IV).

La Psicología va desde la teoría
primitiva sobre el alma o los espíritus inmateriales hasta el quehacer
científico moderno. Considero que la historia de la Psicología es importante ya
que da mayor significado en los conceptos científicos en su desarrollo
histórico. Aunque el movimiento general de la psicología “primitiva” con
fundamento empíricos marco un progreso intelectual, dentro del desarrollo de la
psicología científica no procedió en forma
tan suave y lineal como se supone normalmente. La Psyche en griego antiguo significa alma, pero para los
antiguos griegos este concepto no era como el que hoy se entiende, para ellos
era algo más amplio que denotaba a la parte del hombre que es incorpórea y
abstracta, espiritual, como la conciencia y la mente. Fue precisamente de estas
cosas que los filósofos griegos (post-naturalistas) se ocuparon,
específicamente hablaron sobre la conciencia, la memoria, el aprendizaje y la
inteligencia (Sócrates, Platón, Aristóteles los más destacados). Esta
aproximación era absolutamente racional, alejada de la mitología y la religión,
centrada en el hombre, la naturaleza y sus problemas. Aristóteles, por ejemplo,
pensaba que toda cuanta idea pudiésemos tener en nuestras mentes no era más ni
nada menos que una copia de nuestra experiencia sensorial, somos una tabula
rasa, una hoja en blanco que va siendo rellenada a medida que vivimos
Por este procedimiento el alma de Aristóteles y de Santo Tomás se
convierte en mente, en sujeto consciente. En la antigüedad y en el medioevo el
alma tenía un sentido entitativo, que sólo era principio de la actividad vital
a través de las diferentes facultades.
Para Descartes, por el
contrario, el alma es actividad y sobre ella fundamenta toda la vida psíquica.
El pensamiento es esencial a todo ser de naturaleza espiritual. La esencia del
alma es ser pensamiento, lo mismo que la de la materia es ser extensa. Si la
materia dejara de ser extensa, dejaría de ser materia, eso pasa también con el
alma, no puede dejar de pensar, porque dejaría de existir. Escinde el universo
en dos, apartando del mundo físico objetivo la subjetividad del pensamiento;
este dualismo metafísico dividía radicalmente la naturaleza humana en dos
componentes irreductibles entre sí, sólo relacionables de modo interno y
externo: lo psíquico, que va a significar consciente, y lo físico, biológico
incluido, va a significar orgánico (Yela, 1963, 1974). Esta nueva concepción
del sujeto psíquico se convertirá en el objeto psicológico desde Descarte hasta
hoy.
Descartes distingue dos funciones psíquicas principales: el
pensamiento y la volición, hay un pensamiento y una volición intelectuales que
en el alma se excitan sólo por el alma misma y no dependen de los espíritus de
los animales. Pero, también se refiere a otra actividad que es resultado de la
interacción de alma y cuerpo: las pasiones, que son movimientos psíquicos a
raíz de alteraciones somáticas. El “efecto principal de todas las pasiones, en
los hombres, es que ellas incitan y disponen a su alma a querer las cosas para
las cuales preparan a su cuerpo” (Descartes, 1649, 39).
Aunque desde la antigüedad
encontramos hipótesis y teorías psicológicas en marcos referenciales distintos,
la inclusión de la psicología en el ámbito científico no tuvo lugar hasta
finales del siglo XIX, en este sentido puede considerarse que otras disciplinas surgidas como consecuencia
de la revolución científica, en tanto que la ciencia, la psicología se instaura
en el punto de intersección de una serie de discursos provenientes de esas
otras disciplinas ya consolidadas, que se cruzan en la noción de conciencia: el
discurso filosófico (empirismo y asociacionismo), el discurso biológico
(evolución), el discurso médico (salud, morbilidad), el físico y el psicofísico
(Óptica, sensación y percepción), el fisiológico (sistema nervioso,
localizaciones cerebrales), el legal, e inclusive el pedagógico. Cada uno de
estos discursos manejaba un concepto de conciencia propio, elaborado de
antemano a partir de categorías acordes con su perspectiva y objetivos. Pues
bien, a fin de posibilitar un desarrollo disciplinar unitaria y coherente, los
pioneros de la psicología científica, agrupados en torno a Wundt, asumieron la
tarea de construir un discurso nuevo, integrador y distinto que articulaba y
jerarquizaba las concepciones previas y que tomaba como objeto de estudio a la
experiencia: una versión renovada de la conciencia, sus elementos, sus procesos,
sus producciones y métodos que, aunque híbrida, era mucho más integradora y
especifica.
El énfasis subjetivo de San Agustín lo llevó a considerar la vida
interna como prueba de la existencia propia, es decir, la justificación de la
realidad propia y del mundo. Adelantándose a Descartes, San Agustín afirmaba
que dudar de la existencia es afirmarla, porque dudar es pensar y pensar es
existir. Se concluye de allí que el conocimiento más cierto es el conocimiento
de sí mismo. El conocimiento del mundo externo ocurre sólo indirectamente, en
cambio el yo se conoce directamente. Una consecuencia importante de esta forma
de ver las cosas es que las funciones automáticas del cuerpo, agrupadas como
funciones inferiores, no son parte del yo, sino que son despreciables e
indignas de ser tenidas en cuenta como parte importante del ser humano. El
hombre es la unión dualista de cuerpo y alma: el alma es una entidad
espiritual, inmaterial e indestructible, pero actúa a través del cuerpo, al que
anima y dirige. Tiene la forma del cuerpo, pero puede separarse de él. La
prueba de la existencia del alma es el hecho de tener una existencia pensante.
Por otra parte, el alma tiene una seria de funciones o facultades: razón,
memoria y voluntad. Cualquier actividad del alma implica estas tres facultades,
ya que todo acto de aprehensión tiene tres componentes: la mente es consciente
de sí misma (memoria), se da cuenta de la posibilidad de muchos objetos
disponibles para atender (razón) y selecciona uno con el cual llega a involucrarse
(voluntad) (Watson, 1978). Evidentemente, San Agustín influyó grandemente en el
pensamiento de épocas posteriores. Los constructos que él ayudó a establecer,
como el alma, el yo, la vida interna, han sido instituciones culturales
poderosas y duraderas. El establecimiento del espíritu como un proceso
cognoscitivo dio lugar a la doctrina de la experiencia inmediata, entendida
como el conocimiento de sucesos que ocurren exclusivamente dentro del alma.
Santo Tomás de Aquino este autor trajo la reconciliación entre el
sobrenaturalismo y el racionalismo, usando dos herramientas poderosas: la
enseñanza de la Iglesia y la obra de Aristóteles. Para Tomás de Aquino, el
hombre como especie tiene una forma sustancial, el alma racional; el hombre no
es ni alma sola ni cuerpo solo, sino alma y cuerpo, una sustancia compuesta. No
hay almas sustantivas, la persona es una unidad que tiene funciones racionales,
sensitivas y vegetativas. Aquino distingue, por otra parte, entre la unidad del
alma y sus facultades. El alma ejerce sus funciones a través de facultades de
las que está dotada y que son diferentes a la esencia del alma. A los cuatro
sentidos internos, el apetito sensible y la locomoción; la facultad vegetativa
abarca los poderes de nutrición, crecimiento y reproducción. Sin embargo, a
pesar de esto conceptos similares a los planteados por Aristóteles, Tomás de
Aquino retorna a la teología: la facultad racional pertenece al alma como tal,
y su ejercicio no requiere del cuerpo. La psiquis humana es el orden mental
basado en el funcionamiento del intelecto, la emoción y la voluntad, que son
los tres aspectos básicos de nuestra mente, que también pertenecen a la
psiquis. Para los filosos griegos, la
interpretación de psiquis es lo mismo que espíritu. El corazón, es un impulso que existe en un
estado previo al del intelecto, a la emoción y la voluntad. El corazón es, para darle una definición, “el
impulso emocional irrefrenable de buscar alegría a través de estímulo que nos retribuyen
los seres y los objetos con los cuales nos relacionamos”. Estos son los tres
aspectos de la psiquis humana, pensamiento, sentimientos, emociones,
percepción, sensaciones, discernimientos, entre otros. Esta es la esencia del ser humano, es espiritual,
metafísica, psicológica; ósea que es intangible, invisible, no se puede ver, ni
tocar, pero se expresa a través de los cinco sentidos físicos. El significado de la psiquis para la actividad
vital del organismo radica en que es un reflejo de objetos y fenómenos de la
realidad que, sin asegurar directamente el proceso metabólico, orienta al
organismo entre fenómenos vitales importantes, por lo que cumple una función de
señal. Por ello en última instancia, su finalidad es la búsqueda de información
que permita, cuales son las condiciones del mantenimiento de la vida; La
psiquis, en este sentido, permite que el ser humano se
adapte al entorno a través de un proceso de aprendizaje, si el individuo no
cuenta con una psiquis saludable, dicha adaptación será defectuosa y la persona
sufrirá diversos trastornos.
En
conclusión la psicología es la ciencia que estudia el comportamiento humano,
así como sus orígenes, y sus procesos mentales como: las sensaciones,
emociones, pensamientos y percepciones y
otros estados motivadores de la conducta humana. La psicología es una
disciplina que mediante un estudio científico tiene como objetivo analizar e
interpretar los momentos en que se desarrolla la conducta psíquica para
cuantificar y comprender los procesos mentales
del comportamiento del sujeto y sus interacciones con el medio físico,
natural y social.